miércoles, 3 de junio de 2009

Adicción al amor y al chocolate.

Seguramente escucharon alguna vez que el chocolate tiene una sustancia que el cerebro produce cuándo estamos enamorados, y si no lo escucharon se los cuento.
Se llama Feniletilamina, y parece que no solo la producimos al enamorarnos, si no que luego de una desilusión amorosa, podemos presentar síndrome de abstinencia, como si se tratara de cualquier sustancia o droga que esta presente regularmente en nuestro cuerpo y un día deja de estarlo. Y a falta de otro amor, esta abstinencia podría ser saciada con Chocolate.



Los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York descubrieron esto realizando un estudio con pacientes aquejados de "mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa. Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de auto medicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.

Hacía un tiempo que quería subir algo sobre este tema pero no lo hacía porque lo había visto en muchos lugares pero en ninguno tratado de forma profunda, y de hecho tampoco ahora encontré nada muy profundo. Pero de todas formas lo pongo porque me sentí identificada hace poco, me pasé 2 semanas comiendo más chocolate que nunca, y si ahora lo pienso, estaba reprimiendo ciertos pensamientos amorosos. Y con esto me voy a otro artículo que encontré por ahí, que tampoco es nada nuevo pero es interesante:

Desde 1972, fue científicamente probado que el cuerpo humano produce y procesa una multitud de moléculas que son el equivalente químico de nuestras emociones. Nuestros organismos producen moléculas que producen emociones de autoestima, felicidad, paz, depresión, ansiedad, amor, y otras más. La neurocientífica e investigadora Candace B. Pert, declaró en una publicación hecha en 1997 sobre su libro "Molecules of emotion" que más de 72 elementos químicos emocionales específicos han sido aislados e identificados.

Esto es lo importante sobre las metas: tú puedes directamente aumentar la cantidad de cualquiera de estos elementos químicos emocionales en tu cuerpo, simplemente al imaginar aquellos sentimientos que deseas tener en el momento en el que logres tu meta. Si te quieres sentir con más éxito, más feliz, contento, tranquilo, emocionado, entusiasmado, puedes crear estas sensaciones con tus pensamientos.

La Doctora Pert describe este proceso como si fueran fábricas: cada uno de nosotros tiene un juego de fábricas en nuestro cuerpo, donde se producen los diferentes elementos químicos emocionales. Cuando la necesidad para un elemento químico emocional específico aumenta, ese taller en particular aumenta su producción para que se surta la demanda necesaria.

Al escribir palabras emocionales en tus declaraciones de metas, y usando tu imaginación para sentir aquellas emociones por 17 segundos, mientras visualizas en tu mente haber conseguido ya tu meta, estás estimulando el aumento en la producción del elemento químico emocional que requieres en ese momento. Estarás literalmente cambiando tu psicología para crear un estado de éxito.


Con todo esto puedo llegar a la conclusión de que si no podemos tener algo, es mejor no reprimir el deseo, porque el solo hecho de imaginar nuestra meta ya nos produce un cambio, nos hace un poco más felices. Y después de todo, lo más probable es que esa meta no sea imposible, así que... ¿porqué no sentirse bien sabiendo que por lo menos existe la posibilidad de que pase?

Si te interesó este artículo, te puede interesar este otro:
http://visioninmadura.blogspot.com/2009/03/muchas-personas-les-gustan-los-dias.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario